Domingo 06 de Octubre de 2024

Lo bueno para los puertos no siempre es bueno para los transportistas

10/5/2012

El puerto del futuro tendrá que tener en cuenta los problemas de capacidad que acosan a sus clientes.

La productividad será el campo de batalla para los puertos en el futuro, dijo en una presentación reciente un ejecutivo de APM Terminals.
A medida que el tamaño de los buques de contenedores aumenta, la mejora de los tiempos de respuesta será crucial para los buques que no pueden permitirse el lujo de pasar unos días amarrados.
Este es uno de los principales temas en lo que los puertos de todo el mundo han estado luchando desde hace bastante tiempo. El tamaño de los buques se ha incrementado tan rápidamente que las grúas pórtico y los equipos portuarios de manipulación de contenedores siempre parecen estar atrasados.
Como ejemplo a considerar hay que tener en cuenta que, en 1980 el buque de contenedores más grande era de 2.800 Teus, en 2006 ya habían crecido a 7.100 Teus y el próximo año Maersk ya tiene buques encargados que serán de 18.000 Teus.
Pero como señala el ejecutivo de APM, los gigantes de Maersk, aun con una capacidad 16 % myor, siguen siendo de la misma longitud que los demás buques actualmente en operación. Eso significa que no hay incentivo para que los puertos aumenten el número de grúas en los  muelles, o busquen nuevos e innovadores métodos, y esto puede ser un factor que lentifique las operaciones y ralentice la productividad cuando estos grandes buques arriben.
Para los puertos, los beneficios de una mayor productividad son enormes. Obtener un número de movimientos de alrededor de 40 por hora significaría que un puerto tendrá una mejor utilización de la capacidad, menores costos de operación, y tal vez incluso clientes felices.
Los beneficios para las líneas de transporte marítimo de contenedores, sin embargo, pueden ser un arma de doble filo. Claro, que serán capaces de mejorar la confiabilidad de sus itinerarios y contar con un mejor servicio, pero al pasar sus buques menos tiempo en los puertos significará que necesitarán menos buques en las rutas.
En cualquier otro momento esto sería positivo. Pero ahora, cuando una enorme cantidad de nuevo tonelaje está llegando y el tonelaje parado (lay up) es a menudo la mejor manera de utilizar la capacidad, lo último que necesitan los transportistas es reducir el número de buques en las rutas.
Y no hay que olvidarse del “slow steaming”. El precio del combustible nunca va a ser barato y las líneas necesitan bajar la velocidad de los buques en las principales rutas este-oeste. Esto significa que para mantener los itinerarios, deberían poner buques adicionales en las rutas.
Después de perder U$S 8 mil millones el año pasado, las compañías navieras están intensamente enfocadas en la rentabilidad y no estarán con buen estado de ánimo para ese compromiso.
Mejorar la productividad es una buena cosa, pero los puertos tendrán que equilibrar esto con lo que es bueno para sus clientes.

Fuente: Maritime Professional