El slow steaming junto con el Canal de Panamá son probablemente las cosas más importantes en la planificación marítima para el 2013. Los transportistas ya están replanteando los diseños para las nuevas construcciones de buques, y ya un astillero del sudeste asiático recibió en este mes un pedido de una naviera para remodelar un buen número de buques.
Al mismo tiempo, las líneas tendrán que empezar a hacer sus apuestas acerca del uso que hará del canal. Finalmente las autoridades del canal están reconociendo que la nueva estructura tarifaria se basa en parte en las mismas tarifas existentes para atravesar por las esclusas más pequeñas.
Tendrá que hacerse un acto de malabarismo entre la necesidad de conseguir la suficiente cantidad de negocios y conseguir todo el volumen dinero necesario para cubrir los costos de expansión, que se estiman serán de US$ 6 mil millones. (Expertos de la industria estiman que algunos de los costos aún no se han revelado y la factura final podría ser un par de cientos de millones más de los que se piensa.)
Los nuevos modelos de negocios portuarios estarán bajo escrutinio, con una gran atención puesta en Virginia y Oakland. Este escrutinio no sólo se aplicará a la selección de un nuevo operador de la terminal portuaria de Virginia, sino también al porqué, como y cuando de esta decisión. También se sabe que otros estados y las autoridades portuarias están con ganas de cambiar los modelos de propiedad.
Oakland está en una larga disputa legal. Si la demanda no prospera, se escucharan suspiros de alivio, pero si los pasos siguientes se ven encaminados a un nivel superior habrá gran preocupación, aunque obviamente los abogados estarán encantados.
El continuo éxito de Canadá será observado por la Costa Oeste de los EE.UU., pero la supuesta investigación de la Federal Maritime Commission acerca de adquisición ilegal de tráfico quedará lejos y olvidada. Los proyectos de dragado, las disputas entre estados que comparten canales de navegación y ríos, además de la necesidad de elevar las exportaciones y el comercio en general tendrán preferencia.
Un tema que la FMC debe investigar, pero probablemente no lo haga, es el Acuerdo de Estabilización Transpacífico. Los expedidores están exasperados, ya que cada ciclo de negociaciones de contratos viene con una presión indirecta sobre ellos para que se pongan de acuerdo en tarifas uniformes. Una cosa es imponer una política común de precios de los bunker por combustibles, pero queda al borde de lo inaceptable obligar a que se acuerde aplicar tarifas comunes para todos, en particular cuando las líneas aéreas no cuentan con exigencias de ese tipo.
Otra cuestión que se tendrá en cuenta, pero que la industria ve como cada vez más crítico en cada año, es la eficiencia en los puertos y terminales. Esto ya ha sido alcanzado en Los Ángeles y anunciado con trompetas como un gran avance, el cambio de la ciudad al puerto de la autoridad administrativa que otorga permisos de construcción.
La industria sigue gimiendo, y se prepara para otro año de estancamiento en la productividad.
Fuente: Martin Rushmere para Maritime Professional