Martes 11 de Noviembre de 2025

Informe de la CEPAL: La inversión extranjera directa bate récords en América Latina

17/5/2013

En 2012, la IED hacia América Latina y el Caribe creció por tercer año consecutivo y alcanzó un nuevo récord de 173.361 millones de dólares.

Por tercer año consecutivo, los países de América Latina y el Caribe siguieron atrayendo flujos crecientes de inversión extranjera directa (IED). El resultado alcanzado en 2012 ha sido particularmente significativo porque se ha dado en un contexto internacional de marcada reducción de los flujos mundiales de IED. Por otra parte, los beneficios que las empresas transnacionales obtienen de sus operaciones en América Latina y el Caribe se incrementaron 5,5 veces en 9 años, pasando de 20.425 millones de dólares en 2002 a 113.067 millones en 2011. El crecimiento tan marcado de estas utilidades, también denominadas renta de IED, tiende a neutralizar el efecto positivo que produce el ingreso de la inversión extrajera directa sobre la balanza de pagos. En efecto, la evidencia para América Latina y el Caribe muestra que durante los últimos años los egresos registrados como renta de IED alcanzaron casi el mismo nivel (92%) que los ingresos como flujos de IED. Los efectos del nuevo aumento de IED registrado en 2012 se reflejan también en un incremento de la participación de América Latina y el Caribe en los flujos mundiales, que se ha situado en el 12%. Sin lugar a dudas, el crecimiento económico de la región (3%) y los altos precios internacionales de los recursos naturales han contribuido a sostener el nivel alcanzado en el último año por la inversión extranjera en la región. La inversión extranjera directa recibida por América Latina y el Caribe mostró un crecimiento del 6,7% respecto del año anterior, alcanzando así un nuevo récord histórico de 173.361 millones de dólares, lo que confirma una trayectoria de crecimiento sostenido que se verifica desde 2010. Esto sucedió en un contexto internacional marcado por la incertidumbre, donde los flujos mundiales de IED mostraron una contracción (13%) respecto del año anterior hasta alcanzar niveles cercanos a los registrados en 2009. La situación macroeconómica desfavorable de los Estados Unidos y la Unión Europea delimitó el escenario para esta nueva caída de los flujos globales de inversión, que se produjo de manera acentuada en los montos destinados a los países desarrollados (22,5%) aunque también, de manera moderada, en aquellos destinados a los países en desarrollo en su conjunto (3%). Estos resultados divergentes entre los países desarrollados y América Latina y el Caribe reflejan varios procesos: por un lado, la mencionada crisis económica y la incertidumbre en las economías desarrolladas desplaza las inversiones hacia los mercados emergentes; por otro, los contextos locales en América Latina resultan particularmente favorables y atractivos para los inversores globales. Los recursos naturales atraviesan un prolongado ciclo de precios elevados, en particular los metales, mientras que los mercados internos de los países de la región dan cuenta de varios años de crecimiento sostenido y ofrecen oportunidades de negocio para el desarrollo de servicios (Telecomunicaciones, comercio y servicios financieros). Los Estados Unidos y los países de la Unión Europea continúan siendo los principales inversores en América Latina. Sin embargo, en 2012 se incrementó notablemente la importancia de las inversiones realizadas por empresas de países latinoamericanos, que originaron el 14% del total de la IED captada por la región. En 2012 las empresas transnacionales de los Estados Unidos incrementaron su participación en los flujos de IED hacia la región, mientras que las inversiones de firmas de España, que en 2011 había sido el tercer país en orden de importancia, se redujeron sensiblemente en un contexto de desinversiones. Si bien se expandieron los flujos orientados hacia América del Sur (12%), el Caribe (39%) y en menor medida Centroamérica (7%), los dirigidos hacia México disminuyeron (-35%). En efecto, el mayor crecimiento de los flujos de IED se observó en el Perú (49%) y en Chile (32%), mientras que en Colombia (18%) y la Argentina (27%) también se registraron incrementos significativos. Por su parte, México sufrió una importante contracción de la IED recibida (-35%), que ubica al país en su nivel más bajo desde 1999. El Brasil continúa siendo el principal receptor de IED en la región (38% del total), mientras que Chile se posicionó como el segundo destino más importante. La composición sectorial de la IED captada por América Latina y el Caribe resulta de particular importancia, ya que estaría marcando en qué medida estas inversiones tienden a transformar la estructura productiva de la región o, por el contrario, a reforzar los patrones de especialización vigentes. En este sentido, se observa que la distribución sectorial de la IED recibida por la región en 2012 mantiene una estructura parecida a la del promedio de los cinco años anteriores. Si bien en 2012 hubo un pequeño incremento del peso relativo de los servicios, que representaron el destino más importante (44%),  y una leve reducción de la manufactura, que continuó representando el 30%, los sectores basados en los recursos naturales mantuvieron la misma participación que durante el período 2007-2011 (26%). Cabe destacar, sin embargo, que existen patrones bastante distintos entre las subregiones. En América del Sur (sin incluir el Brasil) se consolidó un patrón sectorial donde los recursos naturales, en particular la minería, fueron el principal destino de la IED (51% en 2012), mientras que las manufacturas y los servicios captaron el 12% y el 37%, respectivamente. Por su parte, el sector manufacturero del Brasil concentra un porcentaje importante de la IED recibida (38% en 2012), pese a que este valor se ha reducido en el último año respecto del promedio de los cinco anteriores. Por otro lado, los recursos naturales de ese país se mantuvieron como un destino relativamente menor de la IED en 2012, con el 13% del total.

Fuente: CEPAL