Lunes 09 de december de 2024

Cuando el riesgo está en la carga

1/8/2013

El aumento del tráfico de productos y sustancias peligrosas generó la necesidad de establecer un conjunto de normas para minimizar los riesgos.

Por Marco Opazo Ziem (*)

El incremento en el tráfico de productos y sustancias que pueden representar un riesgo para la población, el medio ambiente, los vehículos de transporte o las personas encargadas de su manipulación, generó la necesidad de establecer un conjunto de normas que buscan minimizar los riesgos de accidentes, y alertar a quienes se encuentren en cercanía de este tipo de cargas.
El transporte pasa a tener un papel fundamental en varias estrategias de la red logística, siendo necesaria la generación de soluciones que posibiliten flexibilidad y velocidad en la respuesta al cliente, al menor costo posible, generando así mayor competitividad para la empresa. Dentro de los principales puntos que afectan la función transporte, se destacan aquellos relacionados al stock, el servicio al cliente, como también la Seguridad en el Transporte de las Mercancías.

Gestión de un transporte seguro
Una vez que la empresa ha definido su red de distribución, la ubicación de sus almacenes y el modo de controlar su inventario, el siguiente paso es decidir cómo unir todas estas partes de la Cadena de Suministro con los proveedores, distribuidores y clientes, desarrollando una estrategia para la gestión del transporte, considerando la seguridad durante todo el proceso. Esta gestión impacta a la gran mayoría de los eslabones a lo largo de la Cadena de Suministro, considerando las etapas de planificación, aprovisionamiento, producción, distribución y servicio al cliente, todos ellos dependen de un cuidadoso y seguro plan de transporte. Históricamente, las decisiones en relación al transporte se basaban en dos criterios, por una parte el costo y por otro lado la premura en la entrega. Sin embargo, la inevitable tendencia a enfatizar la satisfacción del cliente y la siempre emergente tecnología, las planificaciones añaden otros criterios adicionales, como la eficiencia, precisión, modo, costos por deterioros o daños, el servicio al cliente y la seguridad en el transporte de mercancías.

Seguridad en el transporte de mercancías peligrosas
Las normas I.M.O. definen y categorizan a los productos peligrosos, los que por sus características explosivas, combustibles, venenosas o radiactivas, pueden causar accidentes o daños a otros productos, al medio de transporte, medio ambiente o a las personas. En el ámbito internacional, debido al aumento de los transportes de este tipo de materiales, se han establecido normas para el manipuleo, principalmente en lo que se refiere al embalaje, marcado y documentación especial requerida. Estas normas deben ser cumplidas en forma estricta por los transportistas. Las normas para el transporte de carga peligrosa se encuentran en la publicación de las Naciones Unidas «Recommendations on the Transport of Dangerous Goods», publicadas el año 1988. Son todas aquellas capaces de causar daños tanto a las personas como al medio ambiente. Para la carga peligrosa se deben tomar muchas precauciones y consideraciones. El transporte de productos peligrosos presenta problemas especiales tanto para embarcadores como para las líneas navieras. El incendio, explosión o liberación de sustancias venenosas o corrosivas puede ocasionar pérdidas de vidas, como también daño serio a la carga, instalaciones de las terminales, buques y camiones.

Transporte y Acondicionamiento
La carga peligrosa aceptada para su embarque debe transportarse y embarcarse de acuerdo con las reglas IMO y las reglas nacionales de los países involucrados. En aquellos casos en que no haya reglas especiales para el transporte de carga peligrosa en contenedores, se aplicará las normas de transporte y embarque convencionales.
Esto incluye empaque, tamaño del empaque, almacenaje y rotulación. Los productos peligrosos exigen una estiba y trinca más cuidadosa que cualquier otro tipo de carga. Debe estibarse y trincarse firmemente el producto dentro de contenedor para evitar que se mueva o produzca daños durante todas las etapas del transporte. La estiba y trinca debe realizarse bajo la supervisión y vigilancia de una persona responsable.
Debe ejercerse el mayor cuidado al embarcar carga peligrosa junto con otros productos. Antes de estibar asegúrese que los productos en cuestión sean compatibles en función de su clasificación. Las cargas peligrosas siempre deben ubicarse de manera que sean accesibles desde las puertas del contenedor. Otra de las recomendaciones es que el empaque se debe realizar en una sola clase de IMO por contenedor. Hay normas muy estrictas con respecto a la ubicación de varias clases de carga IMO en los barcos, de acuerdo a como se tratarían en caso de incendio. Por lo tanto, es esencial que sólo se empaque productos de la misma clase IMO en cada contenedor. Los contenedores en que se lleve la carga IMO deben estar marcados con el símbolo apropiado IMO. También deben utilizarse cuatro símbolos, uno en cada lado a la altura de los ojos, deben ser colocados en la parte exterior del contenedor. Tan pronto como se vacíe el contenedor deben retirarse todos los rótulos IMO y de otra clase. Normalmente se transporta la carga peligrosa en contenedores de 20’ para carga seca. Se pide a los embarcadores que protejan el interior del contenedor con material de separación u otro material absorbente o aislante, con el fin de evitar daños o contaminación al contenedor.
Las mercancías peligrosas son cargas que por su naturaleza y peligrosidad requieren de un manipuleo adecuado y tomando las precauciones necesarias debido a que las mismas ponen en riesgo la vida humana y la instalación o lugar donde se trabajan. Puede causar enfermedades, dependiendo de gases tóxicos, venenosos y hasta incluso puede causar explosión. Se clasifican en nueve (9) clases de acuerdo con su grado de peligrosidad, por lo tanto para cada una de ellas se determinan las normas de seguridad que se deben disponer para su embalaje, transporte y manipuleo.

Peligro Visible
Cada embalaje o receptáculo que contenga alguna clase de carga peligrosa debe tener adherido una etiqueta de forma romboidal, de dimensiones proporcionadas al tamaño del bulto, y que debe tener un color característico de la clase y el número de la misma, junto a un logotipo que indique o ilustre respecto a su peligrosidad sin perjuicio de tener escrita la palabra como por ejemplo, explosivo, corrosivo, etc., según el contenido. El diseño de las etiquetas debe contemplar también, que tienen que ser comprendidas por persona analfabetas. El elemento que se utiliza para la elaboración del etiquetado debe reunir características de resistencia al exceso de manipuleo o trajín, resistencia al calor, humedad, lluvia y resistir por bastante tiempo sumergidas en aguas saladas. En toda nave que transporte mercancía peligrosa, su capitán a la recalada a puerto debe presentar dentro de la documentación normal un documento denominado “Declaración de Mercancías Peligrosas”, tanto en tránsito como para el puerto, y se debe llenar la siguiente información: Tipo de mercancía peligrosa con indicación de su clase, nombre científico y de fantasía del producto, número de bultos y peso, consignatario, en caso de mercancía en tránsito debe además indicarse en el formulario la ubicación en donde se encuentra estibada en la nave, además contempla un cuadro de segregación de mercancía peligrosa el cual ilustra qué clases de mercancías peligrosas pueden ser estibadas juntas y cuáles segregadas por razones de seguridad.

La clasificación según Naciones Unidas (UN) es: Clase 1 – Explosivos, clase 2 – Gases, clase 3 – Inflamables, clase 4 – Sólidos Peligrosos, clase 5 – Sustancias Oxidantes, clase 6 – Sustancias Venenosas, clase 7 – Sustancias Radiactivas, clase 8 – Sustancias Corrosivas, clase 9 – Sustancias Peligrosas diversas.

(*) Ingeniero en Comercio Internacional, Magíster en Administración de Empresas MBA Internacional, mención Negocios Internacionales, Master en Dirección y Organización de Empresas MBA, Chile.

Fuente: Énfasis Logística