El recién inaugurado Canal de Panamá puede no ser tan beneficioso como parece para los operadores de buques de contenedores.
Una nueva opinión de especialistas del sector sobre las, no tan buenas, implicancias del Canal de Panamá ampliado, que se suma a otras notas ya volcadas en nuestra Web sobre el tema.
En Xeneta (plataforma de comparación de precios para el transporte de mercaderías contenedorizadas) dicen que a pesar de los nuevos juegos de esclusas, más profundos y con canales de navegación más amplios que potencialmente duplican la capacidad de la vía acuática y por primera vez dan acceso a los buques neo-Panamax, el aumento de la eficiencia en realidad pueden socavar las tarifas de flete -profundizando la crisis para un segmento que ya sufre por la sobrecapacidad y la feroz competencia.
La ampliación del Canal de Panamá, inaugurado el 26 de junio por el buque portacontenedores Cosco Panamá, de 9.472 Teus, estaba destinada a ser una gran ayuda para los transportistas, dando acceso a la vía acuática a los buques de 13.000 Teus que transportan mercaderías desde Asia a los cruciales puertos de la Costa Este estadounidense y sus mercados. Pero, según Patrik Berglund, CEO Xeneta, este atajo podría tener un costo paralizante para los neo-Panamax.
«En vista de los mejores tiempos de tránsito y el tráfico bidireccional, los transportistas de contenedores tendrán enormes beneficios», señala, «facilitando más carga a la costa este de los EE.UU. y a los puertos del Caribe más rápidamente y más barato. Sin embargo, podría haber un problema real fermentando en el horizonte.
«En primer lugar, los buques neo-Panamax tienen que atraer comercio a sus nuevas rutas, y este podría inicialmente obligarlos a mantener las tarifas artificialmente bajas, lo último que la industria necesita. Luego tenemos el hecho de que habrá más buques capaces de competir en la costa este, lo que podría empujar las tarifas aún más abajo.
«Esto muy probablemente será exacerbado por el arribo de flotas con buques de gran tamaño, de 18/20.000 Teus, que causarán una cascada de tonelaje ya existente en las rutas más atractivas, como la de la Costa Este. Lo que podría ser un inminente desastre financiero para un segmento actualmente definido por la consolidación, las nuevas alianzas y la actual incertidumbre».
El análisis de Berglund se ve respaldado por el Prof. Andrew Lubin del Rosemont College, un especialista en carga de contenedores y logística. El observa que, en la actualidad, el 68% del movimiento de contenedores de Asia a la Costa Este de EE.UU. llega a través de la costa oeste, pero cree que alrededor del 10 al 14% de estos se desviarán a los puertos del Golfo y la Costa Este durante el año.
«Los tiempos de tránsito más rápidos y el hecho de que los transportistas trasladen parte del tonelaje a la Costa Este, hará que ahora sean capaces de evitar a los sindicatos de la Costa Oeste, lo que aumentará el número de barcos y, por tanto, la competencia», dice. «El aumento de la competencia tiene un evidente impacto en el mercado, tarifas más bajas».