La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), así como otras organizaciones que nuclean a empresas Pymes y comercios, manifestaron un fuerte rechazo al régimen puerta a puerta para compras a través de Internet. Argumentan que este régimen dañaría fuertemente la industria nacional, la que ya enfrenta un desfavorable escenario de inflación y la consecuente baja de ventas.
«Claramente, no es el momento oportuno para habilitar este sistema de compras online, que finalmente resentirá más la producción local, la venta comercial, y directa e indirectamente, terminara afectando más al consumo», dijeron en la CAME.
Por su parte desde AIERA, Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina, manifestaron su apoyo a la reanudación del servicio “puerta a puerta”, conocido como courier, por considerarlo una herramienta útil, pero advirtieron que se deben implementar controles para que no afecte al comercio y a la industria local.
En diálogo con Télam Radio, el presidente de la Aiera, Juan Carlos Pereyra, recordó que el sistema puerta a puerta puede ser implementado a través de cinco envíos por año, de hasta US$ 1.000 por envío, y que no pueden ser más de tres unidades iguales por entrega.
«Es un sistema que funcionó en este país y en todo el mundo. Estamos de acuerdo en que es una manera de facilitar el comercio y que la industria se tiene que abastecer de pequeños repuestos o muestras para facilitar la producción. Puede ser una herramienta útil», acotó.
No obstante, advirtió que «esto hay que tomarlo con pinzas y cuidado porque exige que haya control. Si se descontrola, puede afectar seriamente a la industria como al comercio local».
«El sistema tiene que funcionar porque debe ser útil, no debe ser una traba, pero exige control. Nos parece excesivo el monto de US$ 1.000 por cada envío, y como se trata de personas particulares podría ser de US$ 300 como mínimo. Aún la resolución no salió, estamos esperando. Por las quejas de distintas cámaras, la secretaría (de Comercio) dijo que iba a tener en cuenta los llamados de atención», indicó.
Dijo que el servicio puerta a puerta es necesario porque simplifica una cantidad de actividades comerciales e industriales. Mencionó como ejemplo que si una fábrica usa un equipo de máquinas y se le rompe un pequeño repuesto de 100 dólares, es más fácil conseguirlo por servicio de courier que hacerlo por la vía regular, «que puede demorar 20 días y puede terminar saliendo US$ 1.000. En este caso es útil, brinda un servicio», consideró.
No obstante, indicó que «hay que tratar de que el servicio no se convierta en un enemigo, debe haber un control, la informática permite hacer una trazabilidad de las importaciones. Todo es una decisión política, ya sea hacer el control o dejarlo al libre albedrío». Admitió que en momentos de recesión el sistema puede actuar negativamente como una pinza desde el exterior. «Estoy de acuerdo en la posición de las pymes» que se controle el sistema de envío, concluyó.