La caída de 46 contenedores del buque Log In Pantanal al mar en el puerto de Santos, es considerada una de las mayores del país por la cantidad de productos que fueron a parar a las aguas de la región. El hecho de que las mercaderías almacenadas no eran de las consideradas tóxicas fue un alivio, pero la posibilidad de que esto ocurra nuevamente con otro tipo de cargas pone a los expertos en alerta.
«Son varias las causas que conducen a accidentes de este tipo y las más frecuentes son la falta de un pesaje exacto de las mercaderías y el contenido de cada contenedor», analiza el director general de Ramboll de Brasil, Eugenio Singer.
La falta de verificación del acondicionamiento de los productos en los puertos, principalmente en los menores, hace que ese riesgo crezca. «Los buques no tienen una información precisa de peso, medidas, o de cómo esta carga está distribuida, lo que es esencial para la seguridad», dice.
La tecnología puede ser un paso para resolver este problema. Singer cita un sistema de gestión integrada de Ingeniería Naval, utilizado en plataformas petroleras, que evalúa cómo la carga está distribuida en los buques, las condiciones oceánicas, que ayudarían al comandante del buque a hacer maniobras que eviten daños, etc.
En cuanto a las causas del accidente con el buque de Log-In, el especialista prefiere no avalar ninguna hipótesis, pero el director de la Ramboll afirma que el suceso dejó en evidencia otro problema. «Las acciones tomadas para esa emergencia fueron erradas. Hubo dispersión de los contenedores, gente haciéndose de las mercaderías y productos desparramados por toda la región. Esto demostró que no estamos preparados ni para un pequeño incidente. Que sucedería entonces en situaciones más grandes y peligrosas.
«Sucedió fuera del Puerto de Santos, pero la caída de los contenedores podría haber ocurrido dentro del muelle. No hay una grúa en el lugar para quitar esa carga ni un plan de emergencia para eso», afirma.