La problemática del cambio climático es generada por la contaminación ambiental, producto de la falta de concientización de la sociedad y de malas políticas de estado en el cuidado del medio ambiente. Sin embargo existen muchos ejemplos de acciones enfocadas en reducir los impactos ambientales generados por la actividad humana, en los que la logística inversa de residuos ocupa un rol central.
* Por Antonio Alejandro Martino
La acción del Estado a través de sus políticas ambientales es fundamental para enfrentar la contaminación ambiental y sus efectos en cuanto al cambio climático. Sobre todo porque es el Estado el que debe regular y controlar la ejecución de las mismas, siendo el responsable principal de poner en funcionamiento este circuito, que cuenta con la logística inversa como una herramienta clave.
Una buena práctica de políticas ambientales la podemos separar en dos dimensiones:
a) Concientización de la sociedad a través de inculcar educación ambiental en todas las edades.
b) Control estatal a las empresas y su gestión de sus recursos, desde la producción hasta los procesos logísticos.
Las políticas ambientales relacionadas con la gestión de residuos son un eje importante para el desarrollo económico, productivo y social del país, ya que, entre otros beneficios, la recuperación de insumos genera valor agregado.
Las empresas en la búsqueda de ganar competitividad constantemente tratan de mejorar sus procesos productivos, gestionando desde la fabricación de los productos hasta el final de su vida útil, procurando reutilizar la mayor cantidad de materiales posibles. En este desafío el concepto de logística inversa constituye un factor elemental, ya que posibilita el recupero de productos fuera de uso para que puedan ser reutilizados como materia prima en el proceso de producción, generando menos consumo de insumos y aportando un gran valor agregado.
Si analizamos acontecimientos históricos, de las grandes transformaciones que tuvo el mundo en sus procesos de producción la revolución industrial fue la principal, expresada en esa famosa imagen de las fábricas expulsando combustión de sus calderas, lo que representaba el progreso económico. Los tiempos han cambiado y hoy esa imagen nos muestra también un mal empleo de los recursos. Hoy no podemos mostrar esas calderas como señal de progreso, porque el mundo empresarial tiene otras visiones respecto al cuidado del medio ambiente.
- El cuidado del medio ambiente como eje principal.
- La responsabilidad social empresaria exige mostrar compromiso con el cuidado de medio ambiente.
- Desarrollar sistemas de producción autosustentables para el cuidado del medio ambiente, recuperar lo que antes se tiraba.
- Generar buenas prácticas en procesos de logística inversa en el recuperado de los productos una vez que cumplan con su ciclo de vida.
Un compromiso integral
Las empresas cada vez más apuestan a desarrollar una logística integral, que incluye a la logística inversa como participe muy importante del proceso, ya que permite gestionar los flujos logísticos desde el consumidor hacia el fabricante. Con los años el desarrollo de esta logística reversa ha generado la búsqueda de soluciones para problemas que tiempo atrás no existían ni en la mente de la sociedad, y menos en el mundo empresarial, sector que hoy es consciente de los muchos recursos que se puede recuperar y que antes se consideraban perdidos.
Para la recuperación eficiente de estos productos resulta imprescindible establecer sistemas logístico capaces de poner en manos del reciclador urbano lo productos desechados por los consumidores. De esta forma se empieza a establecer el concepto de logística inversa como el conjunto de actividades logísticas necesarias para recuperar y aprovechar económicamente los productos fuera de uso. Una vez que un producto atraviesa el declive de su ciclo de vida, pasa al proceso de reciclado urbano.
Los recicladores urbanos son un tema importantísimo en la reutilización de muchos productos capaces de generan valor agregado, un claro ejemplo son los plásticos usados que son utilizados para generar nuevos productos. Es necesario que lo que hoy ya sucede con el plástico comience a pasar con todos los productos que se puedan reutilizar o reciclar.
Desde la sociedad también existen muchas ideas innovadoras, como las macetas que se arman a partir de neumáticos usados y muchos otros casos, que muestran cómo también desde lo individual crece la concientización por el cuidado del medio ambiente.
Solo con el compromiso conjunto del Estado y sus políticas, las empresas y la sociedad, con las buenas prácticas aplicadas al medio ambiente, se disminuirá el consumo de los recursos renovables y se podrá pensar en un futuro posible y sustentable.
* Antonio Alejandro Martino estudiante de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA), Martinoantonio86@hotmail.com