Aumentan impuestos a las importaciones. -Hacía 20 años que la tarifa que cobra el organismo a los agentes de comercio exterior estaba fija en 0,5%. Ahora la llevan al 2,5%. También impactará en los de ingreso temporario
El Gobierno volvió a subir la presión tributaria. Aspira a recaudar entre $28.000 y $30.000 millones extras a través del comercio exterior. De acuerdo con un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se incrementa del 0,5% al 2,5% la tasa de estadística que cobra la Aduana a importaciones de bienes de consumo y bienes de ingreso temporario.
La tasa no es otra cosa que una especie de tarifa que percibe el organismo a los agentes del comercio exterior para poder financiar su propia actividad y generar estadísticas (como lo indica su nombre). Al tratarse de una tasa no es técnicamente un impuesto. Es el precio que cobra la Aduana por brindar sus servicios tanto a importadores, como exportadores y despachantes.
En el Gobierno reconocen que el fuerte incremento que se le impondrá a la tasa aduanera tiene un carácter “eminentemente recaudatorio”. Pero explican que la idea es que con lo producido también se pase a financiar a otros organismos estatales que actualmente tienen que intervenir en operaciones de comercio exterior, pero que no cuentan con el financiamiento propio suficiente. En casos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) o del Servicio Nacional de Salud y Calidad Agroalimentaria (SENASA) parte de su financiamiento sale de las arcas del Tesoro nacional. La idea, comentan en la Secretaría de Hacienda es hacer frente a parte del financiamiento.
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Hace 20 años que la tasa es del 0,5%. El gobierno solamente la va a subir al 2,5% hasta el 31 de diciembre próximo. Se supone que en enero del 2020 debería volver a bajar. Aún así tiene topes por montos. Las compras externas inferiores a US$ 10.000 pagarán hasta US$ 150; las de entre US$ 10.000 y US$ 100 mil, hasta US$ 2.500; de entre US$ 100 mil a US$ 1 millón, hasta US$ 25.000, y de US$ 1 millón a US$ 5 millones o más, hasta US$ 125.000 .
La medida solo alcanza a las importaciones de bienes de consumo y las denominadas “destinaciones temporarias”, es decir, bienes que forman parte de otros que van a ser exportados más tarde.
El año pasado, las importaciones de bienes de consumo totalizaron US$8.507 millones, y este año se esperan que bajen un 30% lo cual influirá de modo directo sobre el producido de la tasa. También se tendrá que tomar en cuenta las variaciones del dólar a lo largo del año.
El año pasado, las importaciones de bienes intermedios, que forman parte de las cadenas de producción locales, llegaron a US$ 20.443 millones.
Algunos de los sectores que más dependen de las importaciones, como el complejo automotriz, tecnología y laboratorios serán los mas afectados por la medida, y ya comenzaron a manifestar su desagrado por la noticia.
A pesar de que el Gobierno asegura que no hay que subir la presión fiscal, este año comenzó con la aplicación del Impuesto a la Renta Financiera. El año pasado también aplicó las denominadas retenciones adicionales a todo tipo de exportación, incluso la de servicios. Todo con el objetivo de cumplir las metas fiscales con el FMI.
Fuente: Ámbito