Los desastres marítimos desencadenan avances en la seguridad de los buques. –Cuando uno de los buques portacontenedores más grandes del mundo se estrelló en la orilla del Canal de Suez en 2021, una importante puerta de entrada para el comercio mundial quedó bloqueada con un estimado de 9,6 millones de dólares en comercio diario retenido.
Accidentes como el que involucró al Ever Given hace casi tres años son más comunes de lo que generalmente se podría pensar. También ayudan a explicar la motivación que subyace a los proyectos de investigación de la UE para mejorar la seguridad del transporte marítimo.
En 2022, 10 buques de carga se perdieron en el mar, según la aseguradora global Allianz. El transporte marítimo moviliza el 90% de las mercaderías del mundo.
«Cualquiera que lea esto llevará, por ejemplo, algo que en algún momento fue transportado por un barco», dijo Jorgen Grindevoll, director ejecutivo de Ladar, una empresa británica que desarrolla tecnología para evitar colisiones para embarcaciones e infraestructuras marinas.
Los accidentes y desastres marítimos pueden conmocionar a todo el mundo al obstaculizar el comercio, dañar el medio ambiente y poner en peligro vidas.
«Cuando los barcos tienen problemas, puede ser muy perjudicial», dijo Grindevoll, quien además es capitán de barco. También formó parte de un proyecto de investigación que recibió financiación de la UE para desarrollar un sistema de vigilancia que nunca duerme: tecnología de sensores para reducir el riesgo de colisión de buques con otras embarcaciones u objetos que flotan en el agua.
El proyecto, llamado MARINA, ya está terminando después de casi tres años de desarrollo. Entre sus participantes se encuentran Ladar, el desarrollador chipriota de tecnología marítima Offshore Monitoring -también coordinador del proyecto-, la empresa noruega de tecnología de sensores Hjelmstad y Global Maritime Services, con sede en el Reino Unido, con capitanes y navegantes del sector representados.
Los investigadores analizaron los percances graves de los barcos y encontraron que casi la mitad involucraron colisiones y que, de ellas, el 59% ocurrió como resultado de un error humano, según Jena Dover, gerente de desarrollo de negocios de Global Maritime Services. «Esto demuestra lo importante que es este problema», agregó Dover.
Los láseres, las cámaras de alta definición y las imágenes térmicas de MARINA escanean obstáculos flotantes como contenedores, madera, veleros y aparejos de pesca, lo que ayuda a los navegantes a bordo a detectar posibles amenazas en la superficie del agua, su principal punto ciego.
Un algoritmo de inteligencia artificial puede detectar, reconocer y rastrear objetos automáticamente y luego alertar a la tripulación sobre cualquier amenaza potencial de convertirse en desastres marítimos. Eso está más allá de la capacidad de la mejor tecnología disponible en el mercado.
“Un barco ya puede escanear bajo el agua con un sonar y sobre el agua con un radar”, dijo Grindevoll. «Pero alrededor de la superficie hay un hueco en el sensor. Eso es lo que estamos abordando», agregó.
Pero si ocurre lo peor y un barco es golpeado, la limitación de daños es crucial para salvar vidas y equipos.
Esto es lo que pretendía hacer otro proyecto financiado con fondos europeos. Llamado FLARE, el proyecto duró tres años y medio, hasta noviembre de 2022, y presentó mejoras de diseño para limitar los daños causados por las inundaciones en los buques afectados.
“Todavía hay una serie de áreas en las que nuestros diseños y procedimientos podrían ser más seguros”, dijo el Dr. Stephan Wurst, socio gerente de BALance Technology Consulting, con sede en Alemania, que dirigió el proyecto.
Por ejemplo, los daños causados por las varaduras, cuando el casco de un barco golpea el fondo del mar, pueden ser catastróficos.
En 2012, un crucero llamado Costa Concordia se aventuró demasiado cerca de la isla italiana de Giglio y chocó contra las rocas. El accidente provocó la muerte de 32 personas, el hundimiento parcial del buque y una operación de salvamento de 1,5 millones de euros.
“Analizamos mejores principios de diseño que puedan evitar que el agua entre en todas partes, pero también cómo mejorar los procedimientos de evacuación y seguridad en caso de accidentes o desastres marítimos”, dijo Wurst.
Las simulaciones por ordenador de cómo se hunden los barcos, así como el hundimiento simulado de modelos de buques en un entorno controlado, ayudaron a los investigadores a identificar dónde debían realizarse estas mejoras.
Se ha presentado una lista detallada de las recomendaciones del proyecto a la Organización Marítima Internacional, el organismo rector de la industria naviera. Estas van desde bloquear el agua en un barco con puertas y barreras herméticas en el casco hasta arreglar agujeros con espuma, según Wurst.
Si bien las propuestas aún están siendo evaluadas por la OMI, los participantes del proyecto, incluidos el astillero Meyer Turku en Finlandia y el operador de cruceros Carnival con sede en el Reino Unido, están aplicando los conocimientos adquiridos en sus nuevos buques.
«Esto que hicimos no es solo una investigación teórica», dijo Wurst. «Las lecciones que aprendimos aquí podrían salvar vidas».
Mientras tanto, la tecnología de escaneo de superficies desarrollada por MARINA está a punto de comercializarse. Grindevoll espera que esté listo para el mercado a principios de 2024.
Dijo también que la tecnología puede tener usos más allá de la prevención de colisiones de barcos, como en embarcaciones sin tripulación y vigilancia de instalaciones en alta mar como turbinas eólicas. «Nos hemos dado cuenta de que nuestra tecnología también se puede utilizar en otras áreas», dijo Grindevell.
Fuente: Cyprus Mail