Interrupciones en rutas marítimas crean desafíos sin precedentes. –Los ataques al transporte marítimo que afectan al Canal de Suez se suman a las tensiones geopolíticas que afectan las rutas marítimas en el Mar Negro, y a la grave sequía debida al cambio climático que perturba el transporte marítimo en el Canal de Panamá.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó una información de prensa “Navegando en aguas turbulentas. El impacto en el comercio mundial de la interrupción de las rutas marítimas en el Mar Rojo, el Mar Negro y el Canal de Panamá”, que señala cómo los ataques al transporte marítimo del Mar Rojo que han afectado gravemente el transporte marítimo a través del Canal de Suez, sumados a los desafíos geopolíticos y relacionados con el clima existentes, están remodelando las rutas comerciales del mundo.
Interrupciones que afectan al mundo
A raíz del reciente ataque al transporte marítimo, las rutas comerciales marítimas del Mar Rojo a través del Canal de Suez se ven gravemente perturbadas por interrupciones, lo que afecta aún más el panorama del comercio mundial. Este hecho agrava la perturbación actual en el Mar Negro debido a la guerra en Ucrania, que provocó cambios en las rutas comerciales de petróleo y cereales, alterando los patrones establecidos.
Además, el Canal de Panamá, una arteria crítica que une los océanos Atlántico y Pacífico, enfrenta un desafío aparte: la disminución de los niveles de agua. Esta disminución en el canal generó preocupación sobre la resiliencia a largo plazo de las cadenas de suministro globales, subrayando la fragilidad de la infraestructura comercial mundial.
La UNCTAD estima que los tránsitos por el Canal de Suez disminuyeron un 42% en comparación con su pico. Dado que los principales actores de la industria naviera suspendieron temporalmente los tránsitos de Suez, los tránsitos semanales de buques portacontenedores cayeron un 67%, y la capacidad de transporte de contenedores, los tránsitos de buques cisterna y los buques gaseros experimentaron caídas significativas. Mientras tanto, los tránsitos totales por el Canal de Panamá se desplomaron un 49% en comparación con su pico.
Costosa incertidumbre
La creciente incertidumbre y el hecho de evitar el Canal de Suez y desviar alrededor del Cabo de Buena Esperanza están teniendo un costo económico y ambiental, y también representan una presión adicional sobre las economías en desarrollo.
Con un crecimiento significativo desde noviembre de 2023, el aumento de las tarifas promedio de transporte al contado de contenedores registró el mayor aumento semanal jamás registrado, con un crecimiento de 500 dólares estadounidenses en la última semana de diciembre. Esta tendencia continuó. Las tarifas promedio de envío de contenedores desde Shanghai se duplicaron con creces desde principios de diciembre (+122%), crecieron más del triple hacia Europa (+256%) e incluso por encima del promedio (+162%) hacia la costa oeste de los Estados Unidos, pese a no viajar a través de Suez.
Los buques evitan los canales de Suez y Panamá y buscan rutas alternativas. Esta combinación se traduce en mayores distancias de viaje de carga, aumento de los costos comerciales y de las primas de seguros. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero también están aumentando al tener que viajar mayores distancias y a mayor velocidad para compensar los desvíos y las interrupciones.
El Canal de Panamá es particularmente importante para el comercio exterior de los países de la costa oeste de América del Sur. Aproximadamente el 22% del volumen total del comercio exterior chileno y peruano depende del Canal. Ecuador es el país más dependiente del Canal: el 26% de su volumen de comercio exterior lo cruza.
El comercio exterior de varios países de África Oriental depende en gran medida del Canal de Suez. Aproximadamente el 31% del volumen del comercio exterior de Djibouti se canaliza a través del Canal de Suez. Para Kenia, la proporción es del 15% y para Tanzania, del 10%. Entre los países de África Oriental, el comercio exterior del Sudán es el que más depende del Canal de Suez, ya que alrededor del 34% de su volumen comercial cruza el Canal.
Precios al alza
La UNCTAD subraya las posibles implicancias económicas de gran alcance de las interrupciones prolongadas en el transporte de contenedores, que amenazan las cadenas de suministro mundiales y potencialmente retrasan las entregas, provocando mayores costos e inflación. Los consumidores sentirán todo el impacto del aumento de las tarifas de flete dentro de un año.
Además, los precios de la energía están aumentando a medida que se interrumpen los tránsitos de gas, lo que afecta directamente el suministro y los precios de la energía, especialmente en Europa. La crisis también podría afectar los precios mundiales de los alimentos, ya que las distancias más largas y las mayores tarifas de transporte podrían traducirse en un aumento de los costos. Las interrupciones en los envíos de cereales desde Europa, Rusia y Ucrania plantean riesgos para la seguridad alimentaria mundial, afectando a los consumidores y reduciendo los precios pagados a los productores.
Impacto climático
Durante más de una década, la industria naviera adoptó bajas velocidades de navegación para reducir los costos de combustible y abordar las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las interrupciones en rutas comerciales clave como el Mar Rojo y el Canal de Suez, junto con factores que afectan al Canal de Panamá y el Mar Negro, están provocando un aumento de la velocidad de los buques para mantener los schedules, lo que ha resultado en un mayor consumo de combustible y emisiones de gases de efecto invernadero.
La UNCTAD estima que el mayor consumo de combustible resultante de distancias más largas y velocidades más altas podría dar lugar a un aumento de hasta un 70% en las emisiones de gases de efecto invernadero en la ruta Singapur-Rotterdam ida y vuelta.
Presión sobre las economías en desarrollo
Los países en desarrollo son particularmente vulnerables a estas perturbaciones y la UNCTAD sigue atenta a la evolución de la situación.
La organización enfatiza la necesidad urgente de una rápida adaptación de la industria naviera y una cooperación internacional sólida para gestionar la rápida remodelación del comercio global. Los desafíos actuales ponen de relieve la exposición del comercio mundial a tensiones geopolíticas y desafíos relacionados con el clima, lo que exige esfuerzos colectivos para encontrar soluciones sostenibles, especialmente en apoyo de los países más vulnerables a estos shocks.