Daniel Rodríguez Paz retomó sus funciones al frente del puerto de La Plata. El gesto es para destacar y habla a las claras del compromiso con la terminal portuaria, más allá de las bajezas de la política.
Hace un par de semanas, Jorge Otharán, subsecretario de Actividades Portuarias de la Provincia de Buenos Aires, le pidió la renuncia a Rodríguez Paz, quien se venía desempeñándose con éxito en su cargo. Triunfaba así la movida imaginada por el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Martín Ferré, y el jefe de Gabinete de Daniel Scioli, Alberto Pérez.
Los dos funcionarios habían pactado con Franco Laporta su renuncia a la candidatura de intendente de San Miguel por un refugio dentro del Ejecutivo, y, a la hora de cumplir las promesas, le ofrecieron el puerto platense. Es más, el propio Ferré le agregó como plus la posibilidad de comandar también la zona franca de La Plata bajo un nuevo ente a formarse, sin conocer que eso era imposible desde el punto de vista legal y administrativo.
Cuando La Porta vio que sólo le daban el puerto, dejando afuera los poderosos negocios que genera la zona franca, rechazó el ofrecimiento. El puerto entraba así en una zona gris de acefalía: al que estaba lo sacaron y el nuevo no quería ir.
En ese momento, el intendente de Berisso, Enrique Slezack, desempolvó una promesa de Scioli, que en su momento le había propuesto designar a un hombre de su confianza al frente del Consorcio. El jefe comunal, apoyado por su par de Ensenada, Mario Secco, propuso para el cargo a Luis Abot, quien se desempeñó como subsecretario de Actividades Portuarias, hasta la llegada de Otharán. Con impecable gestión y el consenso político, gremial y empresario, Abot, recibió la propuesta, pero, hasta ahora, no se expresó al respecto.
Sin rencor
El puerto seguía acéfalo, con lo que la situación implicaba para el desarrollo de las operaciones de uno de los enclaves más importantes de la Argentina. Antetal situación, Daniel Rodríguez Paz se presentó este lunes y retomó funciones, al menos hasta que se defina la situación. Elfuncionario dejó así de lado comprensibles rencores. La tarea incidida por él en el puerto ya estaba dando sus frutos concretos y no era cuestión de tirar todo por la borda por mezquinos interesas de la política.
Desde la Subsecretaría de Actividades Portuarias existe un silencio de radio. Esto quizá se deba a que son varios sus frentes de conflicto interno y externo. Entre sus muros, el descontento del personal llegó a oídos del Gobernador, quien ya pegó el grito en el cielo. A esto se suman los $ 30 millones del Fondo Portuario que Otharán giró al Ministerio de Economía bonaerense, violando expresamente lo establecido por la Ley 11.206 y su decreto reglamentario.
Mientras tanto, el puerto de La Plata espera pacientemente la inauguración de Tecplata. Con el horizonte puesto en 2013, la nueva terminal de contenedores está llamada a ser uno de los grandes hubs de carga para la Argentina y la región.
Con una inversión de u$s 400 millones durante la concesión, tendrá un muelle enteramente nuevo y continuo de 850 metros sobre el canal de entrada construido 50 metros tierra adentro para mejorar el acceso y facilitar las maniobras, inclusive de buques Post-Panamax.
La capacidad de amarre concebida con verdadera visión estratégica, tendrá una profundidad de diseño de 45 pies y que, en el corto plazo, será operable por buques de hasta 36 pies de calado.
La playa de almacenaje de contenedores con capacidad para operar más de un millón Teus al año tendrá una operación única en la Argentina, a través de un equipamiento que desde el inicio contará con cinco grúas pórtico Post Panamax y 15 RTGs.
Sin dudas, mucho en juego como para perder fuerza y tiempo con chicanas políticas.
Fuente: Agustín Barletti/www.cronista.com