Jueves 25 de Abril de 2024

Top 10 de predicciones económicas mundiales para el 2013

17/12/2012

Nariman Behravesh, Economista en Jefe de IHS, hace un detalle de las 10 predicciones económicas más importantes para el 2013.

El crecimiento mundial se estabilizará en el 2013. Después de haber disminuido del 4,2% en 2010 al 3,0% en 2011 y un 2,5% en 2012 (con la zona euro y Japón volviendo a la recesión), la tasa de crecimiento de la economía mundial se mantendrá estable en el 2,6% en 2013. Por otra parte, el escenario está preparado para una aceleración moderada del crecimiento en la última parte del año y durante el 2014. Este panorama, cautelosamente optimista, se basa en la expectativa de que: 1) el estímulo monetario masivo puesto en marcha en muchas economías clave en el último año y medio tendrá algún positivo impacto en el crecimiento, y 2) que el actual episodio de «extrema incertidumbre «-relacionado con el acantilado fiscal de EE.UU., la crisis de deuda en la Eurozona, el crecimiento de China y la inestabilidad en el Medio Oriente y África, será menos intenso, y la preocupación por muchos de estos riesgos irá disminuyendo.
1. La recuperación de los EE.UU. irá gradualmente tomando fuerza, a menos que caiga en el abismo fiscal.
La dinámica de una recuperación de gradual aceleración en los EE.UU. ya está en marcha. El equilibrio de fuerzas que afectan al gasto de los consumidores de EE.UU. se ha vuelto positivo. La vivienda está finalmente mostrando señales de vida, y se espera que siga mejorando en el próximo año. Dado que el crecimiento mundial comienza a reacelerarse, aunque gradualmente, las exportaciones seguirán el ejemplo. Por último, pero no menos importante, mientras que la incertidumbre sobre el abismo fiscal y la reducción de la deuda se vayan resolviendo, las empresas estadounidenses son propensas a gastar y contratar más. Este significa que el crecimiento tendrá un promedio de alrededor del 2% para el próximo año. Por supuesto, en el caso improbable de que EE.UU. se caiga del acantilado fiscal durante un período prolongado de tiempo, una recesión será probablemente inevitable.
2. El crecimiento europeo será débil en el norte y negativo en el sur.
Las recientes acciones políticas por parte del Banco Central Europeo y los gobiernos de la UE han reducido los riesgos financieros relacionados con la crisis de deuda soberana en la zona euro y ayudó a reducir a largo plazo las tasas de interés en las economías más afectadas. Sin embargo, durante el próximo año, las economías del sur de Europa se mantendrán en medio del territorio de la recesión, sobre todo debido a los programas de austeridad y las muy elevadas tasas de desempleo. Desafortunadamente, esto frenará las economías del norte de Europa. Algunos, entre ellos Alemania, tendrán un crecimiento positivo pero débil. En otros países, como Bélgica, Francia y los Países Bajos, el crecimiento será de plano a ligeramente hacia abajo. Poniendo las cosas en claro, esto significa una contracción de un 0,2% para la economía de la eurozona en el 2013.
3. La economía de China poco a poco va ganando impulso.
Desde 2010, la economía china se ha desacelerado significativamente, con una caída del crecimiento de más del 10% a alrededor del 7,5%. Afortunadamente, ya hay señales de que el crecimiento ha tocado fondo y que un crecimiento gradual, que ya está en movimiento se ve en el horizonte. Esta tendencia probablemente continuará en el 2013. El modesto estímulo aplicado parece haber sido eficaz para limitar la duración de la recesión la demanda interna. El ya tener completa la transición de liderazgo,  incluso podría actuar como un poco más de estímulo en el próximo año. Por otra parte, se espera  que el crecimiento de las exportaciones repunte, gracias al moderado pero continuo crecimiento en Asia y Estados Unidos. Todo esto se traducirá en un crecimiento de alrededor del 8% para China en el 2013.
4. Otros mercados emergentes también muestran signos de vida.
El débil crecimiento económico en los Estados Unidos, la recesión de Europa y Japón, y un ligero descenso en China, todo esto hizo que en otros mercados emergentes se vieran beneficiados por un crecimiento durante el año pasado. Esto se generó también por la política monetaria restrictiva que muchas de estas economías aplicaron en medio de la fuerte caída mundial del 2011. Con unas condiciones monetarias más fáciles ahora que hace un año, y con las perspectivas económicas mundiales un poco más claras, las perspectivas para los mercados emergentes en el 2013 también están con muy buen clima. Esto es especialmente cierto particularmente en Asia, las economías de la ASEAN, donde el crecimiento de la demanda interna ha sido bastante fuerte y donde existe la posibilidad de más estímulos a ser aplicados en caso de ser necesario.
5. Los precios de las materias primas se mueven otra vez.
A pesar de una gran dosis de volatilidad en los últimos 12 meses, los precios de los productos básicos están más o menos en los mismos niveles que hace un año. Es muy probable que en el 2013 vaya a verse una repetición de esto. Hay alguna leve presión a la baja para en leve crecimiento e inventarios relativamente altos en algunos mercados, especialmente el del petróleo. Por otra parte, el mayor crecimiento de China y el resto de Asia podrían empujar en la dirección opuesta a medida que avance el año. Mientras tanto, las tensiones en el Medio Oriente y el Norte de África podrían ser un comodín en los mercados de petróleo, impulsando los precios hacia arriba si la inestabilidad en la región empeora o tirando de ellos hacia abajo si hay una mejora en la estabilidad regional.
6. La inflación se mantendrá dócil.
Un crecimiento suave, grandes brechas de producción, y las altas tasas de desempleo en los últimos dos años han reducido significativamente las presiones sobre de precios, con una tasa de inflación bajando entre 2011 y 2012 en todo menos en una región. Este buen estado de las cosas es probable que continúe hasta el 2013, a pesar de las preocupaciones sobre el potencial inflacionario de las cantidades masivas de liquidez dando vueltas a la economía mundial, y a pesar de la reciente subida de precios de los alimentos, que es probable que sea temporal. De hecho, en el mundo desarrollado y en algunas regiones emergentes, sobre todo de Asia, Oriente Medio y África, la inflación continuará derivando hacia abajo durante el próximo año.
7. Los bancos centrales en su mayoría estarán en estado “espero y veo”.
El comportamiento de los bancos centrales en el último año y medio se puede describir mejor como «flexibilización agresiva.» Sin embargo, las perspectivas de crecimiento en muchas de las principales economías del mundo, comenzarán a verse mejor, los bancos centrales comenzarán a tomar una postura más neutral, poner la política monetaria en espera. Es posible que haya, en los papeles, un poco más de flexibilización (recortes de tasas de interés y/o flexibilización cuantitativa) por parte de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de la Reserva de la India. Si esto sucede, otros bancos centrales tenderán a tomar un enfoque más cauteloso ante cualquier estímulo adicional, si bien mantienen un puesto de observación para detectar cualquier signo de renovación de la debilidad en el año venidero.
8. La política fiscal se mantendrá ajustada o se endurecerá más.
Esto es principalmente cierto en los Estados Unidos, la Eurozona y Japón, todos los cuales enfrentan a números de deuda pública grandes y crecientes. La política fiscal de EE.UU. se ajustará mas, vaya o no la economía hacia un abismo fiscal. El escenario más probable aboga por una reducción gradual del déficit, lo que ayudaría a estabilizar el porcentaje de deuda de los EE.UU., sin perjudicar indebidamente el crecimiento. En el sur de Europa, la austeridad está dañando las perspectivas de crecimiento, pero esto no impedirá un mayor ajuste. Por otra parte, Francia también se verá presionada para ajustar la política fiscal aún más. Cuenta con uno de los mayores déficit respecto al PIB de los países de la eurozona sin crisis y su porcentaje de gasto con respecto al PIB es uno los más altos del mundo desarrollado.
9. El dólar de EE.UU. será más fuerte frente al euro y estará igual contra el resto.
Durante el próximo año, los fundamentos económicos, por ejemplo, los diferenciales de crecimiento y los saldos de cuenta corriente, tenderán a favorecer al dólar, especialmente en relación con otras monedas de economías desarrolladas. Por otra parte, como las perspectivas de crecimiento en el mundo emergente y la mejora en los flujos de capital hacia estas economías crezcan una vez más, la presión al alza sobre estas monedas se podría intensificar, compensando algunas de las positivas fortalezas sobre el dólar. Mientras tanto, como la moneda de reserva principal, el dólar de EE.UU., es muy sensible a las oscilaciones del ánimo de los inversores y los cambios en cuanto al miedo a los riesgos, se producirán cada vez mayores preocupaciones en lo que respecta a la crisis de la deuda de la zona euro y la tendencia será a favorecer al dólar sobre el euro y otras monedas riesgosas.
10. Los riesgos que enfrenta la economía mundial serán más equilibrados.
Durante el año pasado, los riesgos que enfrentaba la economía mundial siempre se inclinaban hacia el lado negativo. En el próximo año, no sólo algunas de las cuatro grandes amenazas, recesión de EE.UU., una crisis en la zona euro, una desaceleración brusca de China, y una guerra en el Golfo Pérsico, se vuelven menos amenazadoras, sino que podría haber también algunas sorpresas al alza. La principal de estas es la demanda acumulada de los consumidores y las empresas. A raíz de la gran recesión y gran estancamiento posterior, los hogares y las empresas han sido muy cautelosos sobre su gasto, prefiriendo ahorrar más y reducir sus deudas. Existe alguna evidencia de que este proceso puede estar decreciendo, especialmente en los Estados Unidos y partes de Asia.

Fuente: Nariman Behravesh Chief Economist IHS