La información adelantada por BAE el pasado martes fue confirmada por el Canciller, quien tuvo que salir a negar un acuerdo entre ambos bloques, un verdadero disparate operado por las usinas europeas y de un sector del Mercosur.
“Un acuerdo no. Lo que sí vamos a plantear es que el Mercosur ya tiene una oferta para intercambiar, y escuchar del lado de ellos en qué estado están, porque la información que tenemos es que no han podido culminar su oferta y, por lo tanto, no se puede hacer el intercambio”, precisó Timerman.
Fuentes oficiales señalaron ayer a BAE Negocios Internacional que “hay un clima claramente de presión hacia la Argentina desde la UE para claudicar en un arreglo negativo, pero es hasta irrisorio porque no tienen un sólo papel serio para mostrar. Algunos funcionarios europeos son impresentables, ni siquiera conocen del tema y hablan en abstracto”.
Timerman dejó en claro que la Argentina está “a favor de un acuerdo, siempre que sea beneficioso para ambas partes y que no sacrifique ni un solo puesto de trabajo”. Y en una solapada crítica, señaló que “si ellos tuvieran una oferta terminada, vamos a poner una fecha para hacer el intercambio de ofertas e iniciar una negociación”. 
Luego, el funcionario remató con el dato que Bruselas no quiere que salga a la luz: “El Mercosur hace un año que terminó su oferta”. En el marco de la cumbre UE-CELAC, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, eludió el cuestionamiento a la contraparte, pero señaló que para su país el acuerdo es de una importancia existencial y “se debe concluir el acuerdo este año”.
La web Brasil247 destacó esta frase de Dilma: “Los países del Mercosur pretenden marcar el plazo para hacer entrega de las ofertas para un acuerdo de libre comercio con la UE. Desde el punto de vista del Mercosur, principalmente de Brasil, es prioritario en este año de 2015, que lleguemos a ese acuerdo. Resta saber si nosotros, los países del Mercosur, vamos a poder hacer eso simultáneamente. Los países tienen diferencias”. También se subrayó que, al ser preguntada sobre si la Argentina era el principal obstáculo a ese acuerdo, Dilma indico que “no es posible responsabilizar individualmente a la Argentina”. Y agregó: “La Argentina hasta llegó a hacer una muy buena propuesta”.




















