Viernes 29 de Marzo de 2024

Alemania. ¿por qué desacelera el motor europeo?

14/10/2019

El enfriamiento de Alemania es producto de dos shocks adversos, uno global y otro sectorial, que vienen azotando su economía, dicen en Caixabank Research

Alemania.Tras crecer un destacable 2,8% en 2017, Alemania se desaceleró de forma brusca en 2018 y, en los últimos cuatro trimestres, el crecimiento interanual ha sido de un exiguo 0,8% en promedio. En el 2T, de hecho, el crecimiento se situó en territorio negativo y todo apunta a que esta tendencia se ha mantenido en el 3T, lo que supondría la entrada en recesión técnica. A continuación, se analiza por qué.

  • El aumento de la incertidumbre a nivel global (a raíz del conflicto comercial entre EE.UU. y China, pero también por tensiones europeas como el brexit o las tiranteces entre Italia y la Comisión Europea) ha provocado una ralentización del comercio internacional que ha lastrado las exportaciones alemanas (desaceleración de 3,0 p. p. en el promedio de los últimos cuatro trimestres respecto al primer semestre de 2018). Además, el deterioro del sector manufacturero ha sido considerable, en buena parte por una elevada dependencia exterior (se exportan el 59% de las manufacturas alemanas, según datos de la OCDE), que lo deja más expuesto a cambios en el ciclo manufacturero global.
  • La sensibilidad de los sectores exterior e industrial de Alemania a la demanda global queda bien ilustrada por el hecho de que el crecimiento de las exportaciones y de la producción industrial empezaron a reducirse coincidiendo con la desaceleración del crecimiento de los principales socios y han seguido una evolución similar. Así, la desaceleración del PIB de sus principales socios explica el 70% de la ralentización exportadora y un tercio de la caída de la producción industrial.
  • Cuando analizamos las exportaciones alemanas hacia sus principales socios comerciales en lo que llevamos de año, observamos que las contracciones más destacables han sido en dos economías especialmente afectadas por la elevada incertidumbre: el Reino Unido e Italia. En el caso del Reino Unido, la acumulación de existencias en el 1T para hacer frente a un posible brexit sin acuerdo explica la caída interanual del 20% de las exportaciones alemanas de abril y mayo.
  • Al mismo tiempo, otro shock ha afectado al sector del automóvil, que representa el 5% del PIB alemán y que es el sector manufacturero más interconectado con el resto de sectores. En concreto, los ajustes de producción para adaptarse a las nuevas regulaciones de emisiones de automóviles que entraron en vigor en la UE en septiembre de 2018, y una disminución de la demanda global de automóviles (en buena parte por una actitud de wait and see de los consumidores, por la incertidumbre regulatoria y por la expectativa de un abaratamiento de los coches híbridos y eléctricos gracias a los avances tecnológicos) han provocadouna caída significativa tanto de la producción de vehículos como de las exportaciones de coches alemanes, que representan el 11% de las exportaciones totales de Alemania, muy por encima de la mayoría de economías de la eurozona.
  • El consumo y la inversión, por su parte, se están desacelerando en los últimos trimestres, aunque a un ritmo mucho más suave que el sector exterior (por ejemplo, el consumo privado creció un 0,3% intertrimestral en los dos primeros trimestres de 2019 frente al 0,4% de 2017-2018; la inversión creció un 0,4% en el primer semestre de 2019 frente al 1,0% de 2017-2018). Así, aunquela demanda interna continúa mostrándose resiliente gracias al dinamismo del mercado laboral y a unas condiciones financieras acomodaticias, si estos shocks persisten más de lo esperado, podríamos empezar a ver una desaceleración más acusada de estos componentes.

¿Por qué Alemania?

  • Alemania es una economía mucho más abierta que el resto de las principales economías europeasy la más integrada en las cadenas de valor globales. Por tanto, la incertidumbre global la penaliza en mayor medida. La evidencia histórica muestra que el grado de sensibilidad de las exportaciones a un shock de incertidumbre global de una magnitud como el que se ha desencadenado en los últimos meses es claramente mayor en Alemania que en otras economías como Francia, España o Portugal. Los resultados muestran que el impacto negativo es mucho mayor sobre las exportaciones alemanas y solamente es significativo en su caso.
  • El sector manufacturero alemán está más orientado al exterior que el resto de las economías de la eurozona, por lo que se ve más afectado por la desaceleración de las exportaciones. La evidencia histórica muestra que, en Alemania, una desaceleración de las exportaciones se transmite con mayor fuerza a la actividad manufacturera.
  • Otro factor, algo más sutil, es que Alemania se encuentra en una fase más madura del ciclo expansivo, por lo que su crecimiento posiblemente se iba a suavizar de todas formas. Algunos indicadores de mercado laboral apoyan esta visión: por ejemplo, la ratio de vacantes que muestra el grado de tensionamiento del mercado laboral es mucho mayor en Alemania (3,3%) que en países como Francia (1,3%), Italia (1,2%), España (0,9%) o Portugal (1,0%). Otro indicio de la madurez del ciclo es el crecimiento salarial, que es más pronunciado en Alema- nia (del 3,2% en el 2T 2019, frente al 2,7% del conjunto de la eurozona).

Perspectivas: y en adelante, ¿qué?

  • La incertidumbre alrededor de los conflictos geopolíticos no tiene visos de desaparecer a corto plazo, de modo que todo apunta a que la economía alemana continuará mostrando debilidad en lo que queda de año. Un elemento que tener en cuenta es que, según nuestras previsiones, el crecimiento de los socios comerciales de Alemania se estabilizará, lo que puede dar lugar a un modesto repunte de las exportaciones en los próximos trimestres.
  • La relativa resiliencia de la demanda interna y la fortaleza de un mercado laboral en pleno empleo (la tasa de paro, del 3,0%, está en mínimos históricos), sugieren que, si la incertidumbre se mitiga, Alemania recobrará el pulso a partir de 2020.
  • La clave será la persistencia de los factores que están afectando al sector exterior y manufacturero: si se prolongan más de lo esperado, los factores de apoyo podrían erosionarse. En este sentido, no deben caer en saco roto algunas señales que ya está dando el mercado laboral: según el Instituto Económico de Investigación de Munich (IFO), el 8,5% de las empresas manufactureras han recortado el horario laboral de sus trabajadores en los últimos meses y el índice que mide las intenciones de las empresas para nuevas contrataciones se sitúa en su nivel más bajo desde 2013.
  • Si fuera necesario, Alemania tiene margen fiscal para un estímulo importante (según el ministro de Finanzas podría llegar a 50.000 millones de euros, el 1,4% del PIB). Con un saldo fiscal que podría cerrar 2019 con un superávit alrededor del 1,0% del PIB, Alemania puede permitirse impulsar inversiones que apoyen no solo el crecimiento a corto plazo sino también la competitividad de la economía a medio y largo plazo, por ejemplo, mediante mejoras de infraestructuras clave y apoyando la transición energética del sector industrial y del automovilístico en particular.

Fuente: Caixabank Research, por Javier Garcia-Arenas