Día marítimo Mundial 2025. –El lema del Día Marítimo Mundial 2025, «Nuestro océano, nuestra obligación, nuestra oportunidad», refleja el papel vital del océano en la economía mundial, ya que más del 80% del comercio mundial se transporta por mar. El océano es una fuente de empleo y alimentos para millones de personas, un hogar para innumerables especies marinas y un regulador del clima del planeta, mitigando los impactos del cambio climático.
Como mayor sector que opera en el espacio oceánico, el transporte marítimo tiene un papel central que desempeñar en la protección del medio marino y la gestión de los recursos oceánicos.
El compromiso de larga data de la OMI en esta materia se pone de manifiesto en el sólido marco normativo mundial que respalda unos mares más limpios y seguros, y en una cartera cada vez mayor de iniciativas de asistencia técnica para apoyar la protección de los océanos en 176 Estados Miembros.
El tema hace hincapié en el vínculo con los esfuerzos mundiales más amplios para proteger los océanos, incluida la conclusión del Acuerdo de las Naciones Unidas sobre la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional (Acuerdo BBNJ), la negociación de un nuevo instrumento para hacer frente a la contaminación por plásticos y la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en junio de 2025.
El tema permitirá a todas las partes interesadas mostrar la profunda interconexión del transporte marítimo y la OMI en el espacio oceánico, destacando la importancia de la colaboración y la coordinación para garantizar el uso sostenible y seguro de los recursos oceánicos.
A continuación, transcribimos el mensaje de Arsenio Domínguez, Secretario General de la Organización Marítima Internacional acerca del del Día Marítimo Mundial para 2025.
“Los océanos sustentan la vida en la Tierra tal y como la conocemos. Gracias a ellos, podemos respirar y regular nuestro clima.
Los océanos son fuente de alimento, conectan a las personas de un continente a otro y proporcionan vías marítimas por todo el mundo, por las que los buques transportan el 80 % del comercio mundial.
Sin embargo, se ven amenazados. Contaminación por plásticos, crecientes temperaturas, acidificación, sobrepesca… a duras penas pueden nuestros océanos sobreponerse a la presión ejercida por el ser humano.
El declive de los océanos no es mera coincidencia. Es fruto de las actividades humanas. Ahora bien, eso quiere decir que tenemos en nuestras manos el poder de revertirlo. Es nuestra obligación colaborar para reducir la contaminación, proteger la fauna y flora marinas y adoptar hábitos sostenibles.
Proteger y restaurar los océanos no es solo un deber. Es nuestra oportunidad de construir un planeta más sano, economías más sólidas y un futuro más seguro para las generaciones que estén por venir”.