El gobierno de Dilma Rousseff anunció un paquete de concesiones que pasarán al sector privado. Se trata de obras de carreteras y ferrocarriles que se estiman requerirán 90 mil millones de reales durante los próximos cinco años.
Este es el primer paso del conjunto de acciones ordenadas por la Presidente para tratar de reactivar la economía brasileña, que este año podría crecer menos del 2%, por debajo del 2,7% de 2011.
Este paquete, que se anunció en una reunión con un grupo de 30 grandes empresas, incluye la concesión de carreteras del sureste, del Centro-Oeste y del Noreste con el requisito de la duplicación de 5.700 kilómetros (algo así como ir de San Pablo a Belém, en Pará, y volver).
También se anunció la concesión de 8.000 kilómetros (ocho veces la distancia entre San Pablo y Brasilia) de los ferrocarriles que serán construidos y operados por la iniciativa privada.
El ganador de las concesiones tendrá que financiar las inversiones para la expansión y renovación de carreteras previstas por el gobierno y ofrecer la menor tarifa de peaje.
Al final del mes, el gobierno debería implementar un plan de concesión de tres nuevos puertos en el Amazonas, en Espírito Santo y en Bahía, con una inversión de más de 5 mil millones de reales, y desbloquear otros 5 mil millones de inversión privada en los puertos ya concedidos.
En total, 100 mil millones serán destinados a infraestructura.
Aeropuertos
En septiembre, será el turno de las concesiones aeroportuarias, las medidas de exención de nóminas y el programa de reducción del costo de la energía eléctrica, aún no fechados.
Las dos últimas acciones dependerán del espacio fiscal disponible el año que viene, que será conocido después de elaborado el presupuesto para 2013, a ser enviado al Congreso antes del 31 de este mes.
Noticias positivas
El gobierno decidió cortar el paquete de medidas para generar noticias positivas en la economía durante los próximos 30 días. Además, quiere evitar que se repitan los errores cometidos en el lanzamiento de otros programas, cuando el excesivo número de acciones dejó algunas sin destaque y repercusión.
La expectativa del mercado es que el gobierno tome de seis meses a un año para concluir los proyectos de cada emprendimiento para llevar a cabo las competencias que definirán los ganadores.
De esta manera, las inversiones comenzarán a partir de la segunda mitad de 2013. Se establecerán mecanismos para garantizar que las obras se retrasen, como ha ocurrido con las concesiones de carreteras realizadas entre 2007 y 2009.
Fuente: Webpicking