Exportaciones argentinas. Un caballito de batalla de los funcionarios que gobiernan y de los políticos en general es, “una de las claves de las exportaciones es añadirles valor agregado”.
Es decir, en lugar de exportar el poroto de soja, vender la harina y el aceite; en lugar del trigo, las masitas; en vez de frutas a granel, las pasas y los jugos; y así sucesivamente con la mayoría de las materias primas. Sin embargo, en lugar de ir afianzando esa posibilidad que permitiría incrementar notablemente el ingreso genuino de divisas al país, la brecha se fue ampliando, al punto que en la actualidad el 70% de las ventas al exterior de la Argentina -medidas hasta fines de septiembre- fueron productos primarios, siendo el único rubro en crecimiento, y otro tanto las manufacturas de origen agropecuario.
La división de ese 70% de las exportaciones argentinas corresponde un 40% a manufacturas de origen agropecuario y el 30% restante productos primarios. Da la impresión que frente al cada vez más exigente escenario del comercio internacional, estos dos únicos rubros son los que tienen la suficiente reacción como para arrojar resultados favorables.
Las exportaciones argentinas en este 2016 rondarán los 55.000 millones de dólares, continuando Brasil como nuestro principal destino con 15,5% del total de ventas, aun cuando la crisis que sufre lo hizo retroceder ya que apenas tres años atrás explicaba el 20% del destino de nuestras exportaciones. Siguen como relevantes China con 8,5%, Estados Unidos 6,5%, la India 4,5%, Vietnam 4%, Egipto 4% y Chile 3,5%, advirtiéndose la presencia de tres países asiáticos en los primeros seis destinos de las ventas al exterior, y un africano antes que los europeos, lo cual puede encontrar explicación en la diversificación de los destinos de los productos de origen agropecuario, modificándose el cuadro anterior. Los datos mundiales del comercio dan cuenta que 5 de los 10 primeros países importadores son asiáticos, y además, lo son 9 de los primeros 20. Queda bien claro, y contundente, la participación que adquirió Asia en el comercio internacional.
Esta notable expansión de compra de productos por parte de los asiáticos, se explica por la gran evolución que ha tenido la clase media, que en el mundo suma 3.200 millones de personas, de las que el 50% se encuentra en Asia y zona del Pacífico, el 10% en Estados Unidos y apenas el 5% en Latinoamérica.
En este análisis realizado por el consultor Marcelo Elizondo y publicado no hace mucho en Ámbito Financiero, se señala que todos estos cambios exigen un mayor esfuerzo logístico por parte de nuestro país, ya que se han duplicado las distancias recorridas por las exportaciones argentinas hasta su destino final en menos de un decenio, 
imponiendo la época nuevas habilidades. Es que ante la mayor exigencia del comercio internacional, se requieren nuevos atributos, como así también nuevas políticas, ya que la mitad del comercio mundial está conformado por los 400 acuerdos comerciales regionales vigentes entre países, los que armonizan normas no arancelarias y generan entornos de referencia mas apropiados, lo cual facilita comprender como algunos pueden comerciar más soportando menores precios.
Otro enfoque sobre el comercio exterior, en este caso una encuesta de las consultoras KPMG Internacional y Thomson Reuters, da cuenta que la mayoría de los profesionales de empresas multinacionales espera un aumento de la regulación del comercio exterior y considera que tanto la tecnología como los acuerdos de libre comercio están siendo utilizados de manera bastante escasa. Así se desprende una muestra efectuada entre 1.700 profesionales del rubro, basados en 30 países, arrojando que el 62% cree que aumentarán las regulaciones en los próximos 3 a 5 años, en tanto el 53% coincidió con que la tecnología es clave para mejorar sus programas de cumplimiento comercial, pues la mayoría de los departamentos de comercio exterior y cadenas de suministro carece de sistemas y procesos necesarios para maximizar el uso de incentivos comerciales, reducir complejidad en clasificación y automatizar tareas de un mercado global tan dinámico.
Fuente: Diario La Opinión de Rafaela
