Canal de Panamá: De la crisis a la oportunidad: repensar la gestión del agua en un clima cambiante. Nota escrita por Ilya Espino de Marotta*. -A medida que el cambio climático se intensifica, he notado un aumento notable en los eventos climáticos extremos que obstaculizan las rutas marítimas críticas y las vías fluviales desde el Rin hasta el Mississippi. Desde sequías prolongadas hasta inundaciones sin precedentes, estos incidentes ya no son raros, sino parte de un patrón a largo plazo y más severo que sin duda afectará a la industria marítima en las próximas décadas.
Si bien el Día Mundial del Agua y el Día de la Tierra estimularon la conciencia en las últimas semanas, la conversación debe extenderse más allá de estos momentos singulares y enfrentar los efectos económicos, sociales y ambientales de estas perturbaciones impulsadas por el clima. En realidad, existe una necesidad urgente de reevaluar nuestro enfoque global de la gestión del agua. Creo que las recientes sequías que afectan a las arterias críticas de agua deberían servir como una llamada de atención para acelerar la acción. Además, las lecciones extraídas de las experiencias adquiridas hasta ahora deberían diseñar nuestras estrategias para avanzar.
Lecciones del Canal de Panamá
Tomemos como ejemplo el Canal de Panamá, un centro de comercio mundial vital que se estima que soporta más de 440 mil millones de dólares en carga al año. Inaugurado hace más de un siglo, es un raro símbolo de coherencia e ingenio humano en un mundo cada vez más interconectado. Sin embargo, el Canal ya no es solo un barómetro del comercio mundial, sino un indicador de los crecientes desafíos que plantea el cambio climático.
Los patrones de lluvia han cambiado y se han vuelto más impredecibles en los últimos años, aunque experimentamos una sequía particularmente severa durante lo que debería haber sido la temporada de lluvias del año pasado. La causa fue una combinación de la intensificación del ciclo climático de El Niño y el calentamiento global sin precedentes impulsado por el cambio climático. Ante los bajos niveles de agua en los embalses del Canal, que son esenciales para su funcionamiento, nos vimos obligados a comenzar a restringir los tránsitos por primera vez en la historia. Esta decisión fue crucial para garantizar un suministro sostenible de agua dulce tanto para el consumo humano como para el funcionamiento ininterrumpido de las operaciones de tránsito durante la inminente estación seca.
Aunque hemos logrado aumentar constantemente las franjas horarias de tránsito desde entonces, con planes de ofrecer 32 en el mes de junio, esta reciente sequía en el Canal no solo pone de relieve la vulnerabilidad de nuestros sistemas de agua, sino que también subraya la necesidad urgente de soluciones innovadoras y colaborativas. Para abordar los desafíos de la escasez de agua de manera efectiva, hemos aprendido que debemos adoptar un enfoque multifacético que abarque la tecnología, las reformas políticas y la participación de la comunidad.
Tres elementos críticos de cara al futuro
Las soluciones de ingeniería innovadoras son fundamentales para mitigar los impactos del cambio climático en los recursos hídricos. Los avances tecnológicos, desde la siembra en las nubes hasta los sistemas de riego inteligentes, ofrecen vías prometedoras para conservar y gestionar el agua de manera más eficiente. Sin embargo, se debe prestar atención diligente a la calidad del agua.
Para abordar esta preocupación, el Canal de Panamá abrió recientemente un nuevo Laboratorio de Calidad del Agua que utilizará tecnología de punta para garantizar un monitoreo cuidadoso y la protección del suministro de agua a medida que se implementan otras soluciones.
Además, las reformas políticas son esenciales para garantizar prácticas sostenibles de gestión de los recursos hídricos. Los gobiernos deben dar prioridad a las inversiones en infraestructura hídrica y promulgar leyes que promuevan la conservación y la distribución equitativa del agua. Al fomentar la colaboración entre las partes interesadas e incentivar las prácticas sostenibles, los responsables políticos pueden allanar el camino para un futuro hídrico más resiliente y seguro.
La participación de la comunidad es igualmente fundamental para abordar los desafíos de la escasez de agua. Las comunidades locales deben desempeñar un papel activo en los procesos de toma de decisiones para fomentar la confianza y promulgar cambios significativos. En el contexto del Canal, las comunidades que residen en la cuenca son indispensables para nuestros esfuerzos de conservación del agua. Contribuyen a preservar el medio ambiente donde se ubica el recurso hídrico, asegurando su disponibilidad para el uso local y sosteniendo las necesidades del 55% de la población nacional y el funcionamiento de la vía acuática.
Invertir en la nueva economía climática
Debemos reconocer la naturaleza interconectada de la gestión del agua y priorizar soluciones que promuevan la sostenibilidad, la resiliencia y la equidad. Al adoptar un enfoque holístico para la conservación del agua, podemos salvaguardar nuestros valiosos recursos hídricos y, al mismo tiempo, garantizar el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.
Si bien el Canal de Panamá se ha centrado durante mucho tiempo en la sostenibilidad, las implicaciones aceleradas del cambio climático requieren una acción más enérgica.
Nuestro compromiso de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 refleja esta urgencia, lo que indica una transformación fundamental de nuestro negocio hacia un futuro más sostenible. A partir de este año, integraremos la sostenibilidad en nuestras inversiones de capital por un total de más de 8.500 millones de dólares en los próximos cinco años.
Los fondos apoyarán la implementación de un sólido sistema de gestión del agua, además de mejoras en la infraestructura y los equipos, nuevas iniciativas que prioricen la sostenibilidad y mejoras centradas en la transformación digital y la descarbonización en toda la vía fluvial. Al arraigar la sostenibilidad en todos los aspectos de nuestras operaciones, confiamos en asegurar la prosperidad a largo plazo tanto del Canal como de nuestra industria.
A medida que navegamos por los desafíos de un clima cambiante, es esencial ver las crisis como oportunidades de transformación. Al repensar nuestro enfoque de la gestión del agua, no solo podemos mitigar los impactos del cambio climático, sino también construir un futuro más sostenible y resiliente para las generaciones venideras.
Esperamos que otros presten atención a las lecciones del Canal de Panamá y trabajen juntos para proteger nuestras aguas y nuestras comunidades. El momento de actuar es ahora.
*Ilya Espino de Marotta, Administrador Adjunto y Jefe de la Oficina de Sostenibilidad, Autoridad del Canal de Panamá.
Fuente: Autoridad del Canal de Panamá
