Protegiendo la cadena de suministro de la vacuna del COVID-19. -Ya en la primera línea y demostrado ser crítico para la economía mundial, el desempeño en la cadena de suministro global va a ser catapultado a la mirada pública como nunca antes. Cuando surgieron los informes iniciales en noviembre de un avance en el desarrollo de una vacuna del COVID-19, el enfoque se centró de inmediato en la cadena de suministro y la distribución, además de la capacidad de mantener la integridad y también la protección de la carga contra el robo.
Si bien la investigación y el acelerado desarrollo de las vacunas para el COVID-19 indudablemente generarán un alto retorno de la inversión, es difícil imaginar un producto comparable con un “valor asociado” más amplio para el bienestar de la población mundial, los beneficios sociales y el impacto sobre la economía global.
La distribución de las vacunas del COVID-19 fue catalogado como el «mayor proyecto logístico de la historia». Sin la inevitable emoción asociada a su distribución, se podría argumentar que es similar a cualquier otra carga valiosa y sensible. Lo básico permanece constante: identificar las características de la carga para asegurar que se mantenga su integridad; comprender la ubicación de fabricación, entrega, ruta y volúmenes, así como el valor, para determinar las estrategias apropiadas a adoptar para un transporte seguro y protegido. Sin embargo, existen por supuesto, diferencias considerables en la distribución de esta carga en particular, cualquiera que sea la vacuna que se considere.
Control de temperatura
Se discutió ampliamente que ciertas vacunas requerirán equipos refrigeradores capaces de mantener temperaturas extremadamente bajas. Aunque no es desconocido, ya que existen actualmente soluciones industriales, esto en sí mismo no es poca cosa. Los detalles aún no se revelaron, pero el requisito de temperatura extrema puede no ser aplicable una vez que se hacen los packs minoristas; no es infrecuente que “packs de venta al por menor” similares requieran un intervalo de 2 a 5°C, más fácil de mantener tanto para el transporte como para el almacenamiento en las farmacias. También debe tenerse en cuenta que hay varias vacunas en desarrollo, cada una de las cuales estipulará diferentes condiciones de temperatura.
La disponibilidad de equipos puede ser un desafío interesante en las circunstancias actuales. La capacidad de carga aérea se redujo drásticamente en los últimos ocho meses debido a la fuerte reducción de los vuelos de pasajeros. El transporte marítimo proporcionará capacidad adicional; si bien no es un modo tradicional de elección para tales productos farmacéuticos, la naturaleza de esta cadena de suministro en particular y el hecho de que inevitablemente habrá varios lotes de producción, sugiere que el transporte marítimo podría ser una buena opción.
Existen actualmente numerosas soluciones que incluyen contenedores activos (alimentados). Reconociendo que puede ser más difícil aumentar la producción de estos costosos equipos especializados, las soluciones semiactivas y pasivas proporcionarán capacidad adicional y pueden ampliarse más fácilmente para satisfacer las máximas demandas.
Integridad de la carga
El reciente evento sobre la cadena de suministro reefer del TT Club identificó desafíos críticos para mantener la integridad en la cadena de suministro con temperatura controlada, incluidas instrucciones precisas y comunicaciones entre las partes interesadas. El riesgo existe en cada momento, incluido la estiba, el embalaje, el transporte y la desestiba. Dicha carga sensible será vulnerable al más mínimo error o discrepancia.
Las vacunas, específicamente, no solo son perecederas, sino que también están sujetas a estrictas regulaciones en el transporte. De particular relevancia son los controles necesarios en relación con la trazabilidad y la evidencia de integridad a lo largo del viaje.
Los riesgos de contaminación se verán amplificados dada la naturaleza sensible de la carga. El equipo de transporte deberá estar limpio, libre de escombros, libre de plagas visibles además de controlado para garantizar que las cargas anteriores no provoquen contaminación u olor. La planificación de la estiba del barco también puede requerir una mayor atención.
Ya se ha informado de un aumento repentino de medicamentos falsificados; una expectativa razonable sería prever que una vacuna del COVID-19 sería un producto ideal para los falsificadores. Este riesgo solo puede ser mitigado parcialmente por el mayor entorno regulatorio para el transporte de productos farmacéuticos en las circunstancias altamente politizadas que se enfrentan en este caso.
Desafíos logísticos
No se debe subestimar la magnitud del desafío logístico. Muchas cadenas de suministro durante el período pandémico sufrieron estrés e interrupciones, y hay informes regulares de congestión en los puertos o falta de capacidad de puntos refrigerados. La oferta y la demanda pueden no estar claras, pero se pueden anticipar volúmenes significativos en las próximas semanas.
Si bien algunos países están considerando la fabricación y distribución local, se espera que los requisitos logísticos amplíen la capacidad y competencia. El destinatario final en el contexto de la vacuna somos, por supuesto, usted y yo; la entrega a un país o región local de destino no es el final de la cadena de suministro.
La distribución, por supuesto, se hará en todos los rincones del mundo, lo que requiere una cuidadosa planificación y la debida rapidez. Si bien se espera que el transporte aéreo apoye los principales movimientos de la vacuna del COVID-19, el requisito de una distribución global requerirá de la sustancial participación de los actores intermodales terrestres. Las probables múltiples transferencias harán necesaria una gestión más cuidadosa de todos los aspectos.
Robo de carga
Quienes dictan las políticas nacionales determinarán las aprobaciones y las prioridades demográficas. Sin embargo, realistas o no, las expectativas populares serán que la distribución y la disponibilidad sean inmediatas y a escala global. Inevitablemente, habrá quienes no pertenezcan a un grupo demográfico definido y estén dispuestos a pagar por un acceso oportuno. En consecuencia, es probable que se desarrolle rápidamente un mercado negro para estas vacunas.
A principios de esta pandemia, artículos como las mascarillas y el gel antibacteriano para las manos se convirtieron en objetivos clave para los perpetradores de delitos de carga. A menos que los planes de distribución se ejecuten perfectamente dentro de las expectativas de cualquier población dada, lo cual es poco probable, una vacuna del COVID-19 corre el riesgo de ser percibida como el cargamento más valioso en la cadena de suministro. Sin embargo, lo que está en juego no puede ser mayor, mucho más allá del robo o el delito cibernético; aquí la seguridad cibernética deberá derrotar al espionaje industrial y, según se informa, a los actores estatales.
Las regulaciones farmacéuticas por sí solas serán insuficientes para respaldar el seguimiento, el rastreo y la transparencia necesarios a lo largo de la cadena de suministro de un extremo a otro; es necesario desarrollar, intensificar e implementar mayores estrategias de seguridad. La amenaza de los riesgos de seguridad cibernética en este caso debería poner a todos en máxima alerta. En general, los delitos relacionados con el transporte de mercaderías rara vez atraen la atención de los medios; se puede esperar que el robo, la pérdida o el daño de las vacunas del COVID-19 sean noticia de primera plana.
Con información del TT Club