Embraer y Boeing confirmaron que, desde hace un tiempo, vienen manteniendo conversaciones para forjar una eventual fusión. Esa confirmación hizo que las acciones de la compañía brasileñas se dispararan hasta en un 30%. Pero aunque los inversores interpretan que el acuerdo es posible, dependerá de que el Gobierno brasileño considere que la operación es favorece a sus intereses.
Ambas empresas anuncian que los detalles para la fusión aún está por cerrarse. Según el ministro Moreira Franco, muy allegado al presidente brasileño, el presidente Michel Temer no se manifiesta sobre especulaciones y aguarda un comunicado formal de Embraer sobre el tema.
Según diarios de Brasil, Temer está a favor de las negociaciones, siempre y cuando eso no perjudique el control que tienen los accionistas sobre la compañía. “En mi Gobierno, Embraer jamás será vendida”, le imputan a Temer los periódicos de Brasil.
Él lo niega pero constan consultas de su gabinete sobre la venta de la “acción de oro” (golden share) del Gobierno sobre Embraer. Sin ella, el Gobierno pierde el poder de veto.
La fusión de Boeing y Embraer es una opción sobre la que se lleva especulando desde hace tiempo en Wall Street. La idea tomó cuerpo a raíz de que la canadiense Bombardier cediera hace dos meses a la europea Airbus el control del programa CSeries. Era una maniobra estratégica para evitar el arancel antidumping que desde septiembre le aplica Estados Unidos.
Las acciones de Embraer fueron suspendidas un par de veces durante la jornada, por su excesiva volatilidad. Boeing dispone de efectivo suficiente para financiar una adquisición completa de la compañía sin que le afecte. La operación, además, tiene sentido para el grupo estadounidense, porque le permitiría cubrir un mercado que abandonó hacia varias décadas y por el que hay un interés creciente.
La compañía brasileña es un actor clave en el segmento de aviones regionales, donde compite precisamente con Bombardier. Es, además, un mercado que está creciendo a escala global. Boeing, que cuenta con suficiente liquidez y es una de las empresas que más se apreció en Wall Street este año, suele ser muy conservadora a la hora de ejecutar sus inversiones. Por lo que antes de mover sus fichas, quiere asegurarse de que la operación sea coherente con sus políticas.
La operación también tiene sentido para Embraer, ya que existen en el mercado nuevos fabricantes que tratan de abrirse camino en el mismo segmento de aviones de hasta 150 asientos.
Lo que se debe determinar aún es qué tipo de combinación se pactaría y que nivel de control cedería al Gobierno de Brasil, que tiene una acción de oro que le permite vetar cualquier operación de compra. La cesión total del control está descartada.