Los biocombustibles se afianzan cada vez más en el transporte aéreo. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) se ha marcado como objetivo transportar mil millones de pasajeros en vuelos propulsados con mezcla de combustible tradicional para la aviación y biocombustibles o combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) para 2025.
«El impulso de los combustibles de aviación sostenibles o biocombustibles es imparable. De un vuelo en 2008 pasamos a 100 mil vuelos en 2017, y esperamos que en 2020 la cifra alcance el millón. Pero eso es solo una gota en el océano comparado con el desafío de conseguir que mil millones de pasajeros viajen en vuelos con una mezcla de combustible tradicional y SAF en 2025. El camino no será fácil”, dijo el consejero delegado de la IATA, Alexandre de Juniac. Afirmó que es necesario que los gobiernos establezcan un marco que incentive la producción de SAF y haga tan atractiva su producción como la de los biocombustibles para automóviles, de acuerdo con un comunicado.
El impulso para extender el uso de biocombustibles SAF está marcado por el compromiso de la industria de aerolíneas de lograr un crecimiento neutro en carbono a partir de 2020 y reducir las emisiones netas de carbono en un 50% en comparación con 2005.
Dijo que aerolíneas como Cathay Pacific, FedEx Express, JetBlue, Lufthansa, Qantas y United Airlines, ya realizaron importantes inversiones mediante la compra anticipada de 1.500 millones de galones de SAF. Mientras que, los aeropuertos de Oslo, Estocolmo, Brisbane y Los Ángeles han introducido los biocombustibles SAF en el suministro general, y se prevé que en 2025 viajen 500 millones de pasajeros en vuelos con este tipo de combustible.
“Pero si los gobiernos se suman a este esfuerzo y establecen políticas eficaces que impulsen su producción, el número de pasajeros puede alcanzar los mil millones ese mismo año”, explicó. En este sentido, se requiere que los SAF sean tan competitivos como los biocombustibles en la industria automotriz a través de incentivos equivalentes o mayores, así como facilitar préstamos con garantías y subvenciones para instalaciones de producción.
Ante las dudas sobre las credenciales medioambientales que han suscitado algunas fuentes de biocombustibles para el transporte terrestre, De Juniac enfatizó la determinación de la industria de garantizar el uso de fuentes exclusivamente sostenibles para sus combustibles alternativos.
«La industria de las aerolíneas está unida y su objetivo es muy claro, y jamás utilizará un combustible sostenible que altere el equilibrio ecológico del planeta o agote sus recursos naturales», agregó.